lunes, 22 de septiembre de 2008

Fiel pago.


El perfume, era el último rastro que el conservaba de ella. caminó calles, buscando fragancias, que se le escapaban en un rápido pestañear.
De ella, solo conservaba esencias, chocolate de pasión, frutillas de un antojo, licores que exorbitaban al hombre común.
Amor que esquivaba detalles y dedicación, que el solo limpiaba con puño feroz.
Encuentros que escapaban, a sí mismo, amor de encontrarse con amor afín.
La credulida de creer, en un amor que perdure, promesas fieles, que desgastó la realidad.
Historias de películas, historias de amor eterno, que nunca, concretó, compró y nunca pudo pagar el fiel valor de tan valioso encuentro entre la humanidad y el amor.
Música a mis oídos, que sonó siempre vana, y que solo se materializó en un film.

No hay comentarios: