lunes, 19 de enero de 2009

perdidas en rojo.


Como todavia no te apiadas de mi, como seguis flagelandome sin piedad.
Como no te das cuenta que apenas puedo sacar la cabeza del barro.
Que perversa mente es la que que todavia cree que necesito mas dolor?

Como podes ser tan cruel, como no podes notar que mi dolor es mas grande que el universo, y no necesito tu aporte.

Como no te podes resignar a ser el unico que me infliga heridas cortantes.

Como no te podes dar cuenta que Dios esta vez te gano de mano.

Como podes no darte cuenta, que apenas puedo sostenerne.

Como? y todavia crees ser el unico dador de dolor e insistis.

Cuando te daras cuenta que yo ya estoy muerta.

Perdida como inversion.


Aunque estoy peor que nunca, y yo creia que nunca tenia limites ciertos, nunca esta, como el universo mas grande que nunca. No pienso que sea un castigo de Dios, al contrario yo tengo que agradecerle que tengo seis, hermosos y sanos hijos. Salvador no tenia que nacer, el con lo que estuvo cambio mi vida en muchos sentidos.
Ojala que no sea yo tan hija de puta de no aprender de estos palos conductivos que nos da la vida. Yo me procuro muchas de las cosas que me pasan, pero esta vino de yapa. Y hay que verle el lado positivo dentro de todo este desgarro de dolor. Tal vez hoy a la 1.45 de la mañana, pari una nueva Eleonora, lejos de las insconciencias tan mias, de mis idioteces, de todo lo que tengo que abandonar que me hace mal, esa costumbre de acariciar el abismo con los talones. Dios me mando este hijo...y yo se lo agradezco con el alma, y con un profundo dolor, que tiene que servirme para mejorar a Eleonora.