viernes, 31 de julio de 2009

Maldito el semen.




-Sos una cerda-me miraste a la cara y tiraste con desprecio. Entrecerré mis ojos, y te sonreí, segura de corroborarte, todo lo que pensabas y aún peor.
- Me cojo, todo lo que se mueve-, tiré sin azar, segura de dar artera a tu corazón. Tu gesto involuntario, me dió el gozo descomunal del tiro al centro. Te contrajiste , malherido y aún asi renqueando, atisbaste a decir: - Yo se que me amas.
Mi cara se desdibujó en una contracción espasmodica, la de la risa.
Fui obscena, y te aclare: _ solo vine acá a cogerte. Así que dale...
Desabrochaste tus armas, y apuntaste a un móvil ya de por si errado, me dejé penetrar segura de que eras todas mis necesidades en ese pequeño instante.
Y vos ,tomando sueños prestados de un pasado pisado, me clavaste todos tus puñales. Reí con regocijo, segura de que ya era tarde. Acepté, que me tomaras, cruelmente, pero tus marcas en mi piel, que algún vez te hicieron dueño, se desdibujaron rapidamente.
Impune a tus penetraciones, clavaste tus estacas en arena movediza, mientras mi rostro sonreía, sobre tus inútiles intentos.
Te hundiste desesperado, y yo asiendome a tus hombros,observé tu agonía.
Te quedaste exanime, inútil de la consigna de hacerme tuya una vez más. Me acabaste, no como siempre,...esta vez, el acabado eras vos.

3 comentarios:

turquoise dijo...

jajaja...somos pocas y nos reconocemos.
linkéame hija de perra

Francisco Paunero dijo...

basicamente escalofrios frente a este amoroso y cruento relato, y bienestar de conocer sensaciones o pensamientos que he sospechado..
que duales somos que lo tiro!

un abrazo

DonGato dijo...

Cruel desenlace pero más frecuente que lo que aquí se muestra. Muy bueno.