sábado, 27 de septiembre de 2008
Mentir con dos.
Sos mi visita higienica, le dijo sin pudor. Cumplí tu cometido y andate. Solo quiero que me cojas.
-No puedo hacerme cargo de tu sufrimiento, bastante tengo con mi persona.
La miró, dolido, no entendía el cambio, porque esa mujer, que otrora se habia mostrado , tan ferviente de un nuevo amor, ahora mostraba espuelas , en las que jineteaba en su dolorosa espalda.
-Date cuenta, que de la única persona que quiero hacerme cargo es de mí misma,si no tengo ganas de llamarte , no lo hago, y me parece patético tu dolor . Porque? si yo jamas te engañe?
Mentira, lo había embaucado, le había hecho creer, que ella podía con el amor. Mentiras, que más temprano que tarde , se immolaron en una realidad constante. Trajinares diarios, que enseñaron profundas heridas.
El siguió recibiendo dádivas de amor, retazos de lo que alguna vez soñó. Y ella, jamás entregó.
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4 comentarios:
Si esta no es la histeria . . .
A tu mensaje de texto, le respondo: NI EN PEDO...
No esperaba otra cosa de vos
(y ratifico:
"Si esta no es la histeria . . . ")
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