Perfecta historia de amor, perfecto final , el amor entre una cortesana francesa del 1900 y un pobre escritor. La musica envidiable, el vestuario orgásmico, la escenografía equidistante, el perfecto acabado entre trama, y diálogo. El malvado conde, su perfidia, su compra de cuerpos. El amor, en su estadio más cruel, el egoísmo, la soberbia, la miseria, la envidia, los ideales, el amor por sobre todas las cosas. Por sobre todas las cosas ,que no creo, pero en una maravillosa conjuncion, solo pero solo porque el final es maravilloso, donde reune, amor y muerte, me conmovió hasta las lágrimas. En un espectáculo grandilocuente, donde pude mostrarles a mis crías, que el amor no es rosa, tiene aristas, tiene avaricias, tiene virtudes, tiene la misma componenda entre el bien y el mal. Y donde no siempre impera la banderita de Hollywood, y los globos yendose al cielo.
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