viernes, 19 de septiembre de 2008

Stilettos


Clavado el taco en tierra, miraba autosuficiente, el último resquemor de su venganza.

Ojos insertos en su esmirriada figura, no parpadeaba, un único final para el que había osado meterse con ella.

Manos en cadera, minifalda negra de latex, que moldeaba su culo a la perfección, daban en detalle un retrato , para el más perfecto homicidio.

Se inclinó lacerante, sobre su última víctima, y sonrió desproporcionadamente. En un ligero movimiento se quitó su stiletto, y sin ya ,más animo de venganza, clavó su taco aguja, en ese ojo abierto, que le recordaba su postrero ataque de amor. Lo hundió profundamente, y no sació su voracidad, hasta que extirpó la maldita visión.

Chupó,con voracidad, ese ojo, que antes de opacarse en la más negra noche, había besado con labios antagónicos, deseoso de amor, deseo de matar.

Lo escupió lejos, mujer de saciedad intocable, pasó su mano por su boca todavia sangrante.Bebió de todos su líquidos humeantes, y cuando ya su cuerpo era solo un manojo de huesos, lo pateó lo más lejos que pudo, con la punta de sus stilettos.

Acomodó su silueta, estiró sus larguisimas piernas, con las que lo había crucificado en una redención sadica, y partió, sin dejos de conciencia, sin rastros de amor.

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