Tus espumeantes burbujas,
invadieron mi ser,
promesas de no dolor,
augurabas entre jadeos y susurros.
Me entregue a la desidia, de
no saber negarme a tiempo.
Vilmente, me introdujiste todo
un universo de desconocimiento
que yo no asociaba ni con dolor,
ni con el amor delator.
Me entregue a tus envases,
y cai, alli extasiada,
sin prisa, sin pausa,
en un remolino ligero
que chispeaba entre mis debiles piernas.
Fui burbuja, fui brindis,
fui copa, fui el delicado elixir , de los dioses
Fui tuya,por poco tiempo,
hasta que mis oidos
desoyeron tus descorches,
y parti en busca de mas espumante .