jueves, 25 de septiembre de 2008
Flores
Laberintos de orquideas,
caminos de violetas
Te odio con el olor de las azucenas salvajes,´
las odiosas margaritas con su eleccion de querer.
Tus maravillosas espinas,
mis suaves nectares de flores de cardo.
Pensamientos malditos,
mis alelies estupidos.
Tu girasol asquerosamente curioso,
mi flor salvaje.
Mis frutos,
tus venenos.
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1 comentario:
Creo que el enojo le sienta de maravillas. Al menos le provoca afloar su vena poética.
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