Llegaste, como siempre, de punta en blanco. Tu cara, asomaba un extraño rictus, te pregunte si te pasaba algo, moviste la cabeza ignorando pesada y cuestionable respuesta. Empece a desnudarte, a sabiendas de cuanto querias contarme. Ese dia no tenia animo para escuchar tus quejas, solo queria participar de tu agonia letal ,del lento acompasar de tus sonidos de extasis. Te desvesti lentamente, sabiendo que agonizabas con ,cada caida de tus ropas. TU necesidad de contarme, no hacia mella, plante escudo, y solo planee devorarte. Hacia años, que deseaba ser tu incuestionable confesionario, pero hoy llegabas tarde.
Rasge tus ropas, derribe tu defensas, hoy no me plantee ser tu amante fiel. Hoy era abeja reina, y vos una simple zangano.
Llorabas y te contemple sin piedad, lagrima por lagrima pense, cada una de las mias, por millones de las tuyas.
Apoye mi mano en tu cabeza, como acto de piedad, cerraste tus ojos, bese tus labios, y te dejaste ir, labios embebidos en veneno, veneno que solo vos me hiciste generar.
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