Quien dijo que podia quererlo, cuando ni ella soportaba el inmundo sentimiento.
Vago por calles que asemejaban laberintos, confundio nombres , lugares, situaciones. Su trajinar se confundia con el cotidiano movimiento de la calle. Por momentos caminaba deprisa, en instantes huia acaloradamente, en segundos vacilaba en la oscuridad de una atrayente oscuridad.
Quien dijo que podia amarlo, ...
Se fusiono con humedas paredes, se acoplo al duro cemento, quedo atrapada en pesados callejones, resono en sus oidos, ecos, de lo que ella jamas seria.
No cumplio con las expectativas de nadie, incluso , ni con las de ella. Enarbolo la bandera de la frustacion, levo las penas por el aire, se contagio de la pesadumbre, desoyo advertencias y murio sin goce.
Se condeno a no merecer, designio de su propia voluntad.
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